Conocer los instrumentos que utilizamos en nuestro laboratorio será de suprema importancia ya que sabremos cómo funcionan y de qué manera podemos arreglarlos en caso de que presenten un mal funcionamiento. En este sentido, saber las partes del microscopio electrónico se hace crucial para alcanzar las metas de las investigaciones que tengamos pendientes.
Es por eso que en Galileo queremos darte la mejor información para que tengas un conocimiento total de los instrumentos que ofrecemos. No nos contentamos con brindarte calidad a los mejores precios, queremos que la experiencia sea total y saber las partes de un microscopio electrónico es el comienzo. Recuerda que trabajamos para tu satisfacción.
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Antes de hablarte del microscopio electrónico y sus partes, debemos saber en qué consiste dicho aparato y algunas de sus funciones. Pues bien, este instrumento es uno de los más utilizados para todo tipo de investigación científica, ya que ayuda a los expertos a aumentar imágenes de muestras hasta niveles superiores a los microscópicos ópticos.
El funcionamiento de un microscopio electrónico se basa en diferentes conceptos físicos, y uno de los más importantes es la longitud de onda. Esta es la distancia entre dos ciclos consecutivos. Dicho así parece complejo, pero esto se explica al entender que, en la luz visible, cada onda de un determinado color tiene una longitud de onda específica.
Esto es crucial, en el caso de la microscopía óptica, porque se relaciona con el máximo aumento que se pueda alcanzar. Esto es proporcional a la longitud de onda del medio con el que se observa. La principal función de un microscopio electrónico se basa en utilizar los electrones en lugar de luz visible.
Algunas de las principales partes de un microscopio electrónico son aquellas que se usan para generar electrones y dirigirlos a las muestras. A continuación te diremos algunas de ellas.
Podríamos compararlo con la fuente de luz en un microscopio óptico, aunque en este caso se necesita un emisor de electrones. Para ello, generalmente, se utiliza un filamento de tungsteno que al calentarlo sus átomos y electrones aumentan. Cuando llega a cierto tope de energía los electrones poseen suficiente carga y escapar de sus átomos.
En lugar de los lentes de vidrio que encontramos en los microscopios electrónicos, aquí se utilizan lentes electromagnéticas. Estos generan campos eléctricos y magnéticos de modo que su interacción con los electrones hace que las trayectorias diverjan o converjan en un punto.
Los procedimientos que ya hemos mencionado se llevan a cabo dentro de una cámara de vacío. De no ser así, los electrones interactuarían con moléculas de aire y determinar las trayectorias no sería posible. Es por eso que las muestran se colocan dentro de las cámaras de vacío y por ello no se puede observar muestras vivas con los telescopios electrónicos.
Cuando los electrones impactan contra la muestra se hace necesario medio algún tipo de información para poder reconstruir la imagen. Una de las mejores opciones es utilizar una pantalla fluorescente, la cual reacciona de manera diferente según el número de electrones que en ella impacten.
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