Es importante saber cómo calibrar una balanza de laboratorio para obtener los mejores resultados a la hora de realizar tus mediciones. Muchas personas no lo saben, pero algunas comprobaciones periódicas pueden mejorar el rendimiento de tu balanza y garantizar la calidad uniforme en los productos o estudios finales.
Por esa razón, en Galileo queremos brindarte toda la información sobre calibración de balanzas de laboratorio y los aspectos que debes tener presente a la hora de realizar dicha labor. Te aseguramos que de esa manera podrás contar con un instrumento confiable y los resultados serán los que siempre has querido.
Se deben tener en cuenta ciertos conceptos para saber cómo se calibra una balanza de laboratorio. En este sentido, es muy importante tener presente el ensayo de repetibilidad; esto determinará la desviación de la balanza con respecto al patrón de los puntos en la escala de medición que tengamos.
Por otro lado, se encuentra la excentricidad. Aquí se determina la variación del posible error en distintas posiciones de la carga sobre el plato. Por último, la histéresis, con la cual determinamos el posible error que se produciría en el sistema mecánico por efecto del rozamiento. Este se mide a lo largo de toda la escala en diferentes puntos, tanto en sentido ascendente como descendente.
El valor de la histéresis es la diferencia entre las dos lecturas obtenidas para una misma carga en ambos sentidos.
Todas las balanzas digitales tienen la posibilidad de una calibración interna. Sin embargo, no debemos confundir esto con una calibración externa, para la cual se utilizan diferentes patrones. Al calibrar de manera interna el usuario realizará las modificaciones, lo cual no cambia la calibración oficial que se realiza con patrones externos.
Dependiendo de la calidad del equipo, en algunas ocasiones, la masa que se utiliza para las calibraciones se ubica en el interior del propio equipo. En las balanzas digitales la calibración interna del equipo se indicará en la pantalla de valor, o los valores de las pesas a colocar y, una vez colocadas, se realizarán los diversos ajustes.
En muchos casos, el proceso para la calibración interna de un equipo se encuentra definido en el manual de uso del mismo. Los equipos digitales en la actualidad realizan sus ajustes de manera comentada, utilizando un software para este fin. Hace unos años, los equipos digitales contaban con potenciómetros en la placa, uno de cero y otro de spam.
Al actuar sobre ellos, se podía modificar la recta de calibración o recta de linealidad, con lo que el ajuste quedaba asegurado.
En primer lugar, estarás ahorrando costes, sobre todo porque un equipo bien calibrado favorece la toma de decisiones y evita residuos, reprocedimientos o retiradas de productos. De igual manera, es un medio fiable que nos garantizan que las mediciones no cambiarán independiente del lugar donde se realicen.
Por otro lado, la calibración es de gran ayuda a la hora de superar auditorías internas y externas. Además, debes entender que todos los equipos envejecen y algunos de sus mecanismos suelen dañarse y es importante identificar daños a tiempo.
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